miércoles, 13 de febrero de 2008

El Arco Iris del Alma




El blanco de la espuma del mar dispersa la luz entre el gozo y la pena, el azul es el cielo arrebatado por el encanto de las almas libres de los poetas.

El rojo es la puesta del sol, y es también el color de la rosa bella y exquisita, es la conjunción perfecta, crispante y tentadora, como unos labios rojos en una noche pecadora.

El negro es una flotante nube que está cargada su panza, de gotas de lluvias gruesas, despojada al descuido de su blanca y tibia pureza.

El amarillo pálido es el cosmos, con las auroras boreales de la noche, cuadro fugaz y visión profética, prodigio de la llama vital de la naturaleza.

El verde es el que se sumerge en mi romanza matinal, es el árbol que da lugar a nuevas formas de palabras inexpresadas de la vida cotidiana.

La amistad es como una mariposa de nieve en el aire, atmósfera ilusoria de nácar... todo está blanco de luna y tu clara ilusión y la mía insoladas de Luna.

Dejo con decoro que tú mismo, Amiga Mía, en una paleta de colores combines, los matices cromáticos del Alma, porque eres para mí puro como el agua, en el misterio de amor que creas y liberas.

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